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JURÍO IRIARTE, Máximo

Foto de Máximo cedida por la familiaCERTIFICACIÓN LITERAL DE INSCRIPCIÓN DE DEFUNCIÓN.

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Sección D

Tomo 26

Pág.

Folio: 84

REGISTRO CIVIL DE Ujué

PROVINCIA DE Navarra 

El asiento al margen reseñado literalmente dice así:

= Datos de identidad del difunto =

Nombre: Máximo

Primer Apellido: Jurío

Segundo Apellido: Iriarte

hijo de Eufrasio y de Cástula

Estado: Soltero 

Nacionalidad: española

Nacido el el día 9 de Abril de mil novecientos ocho en Ujué

Inscrito al Tomo 18, Folio 200

Domicilio Último: - - - -  

Defunción: dia diez y seis de Agosto de mil novecientos treinta y seis

Lugar: Cadreita, Navarra

Causa: Muerte violenta con motivo de la Guerra de 1936.

Declaración de D.          = Carta Órden del 9 de Junio de 1980 del Juzgado de Distrito de Tafalla =

Encargado D. José Mª San Martín Leza

Secretario D. Alfonso Iriarte Landgoerch

A las diez hora del uno de Julio de mil novecientos ochenta

= Firmado – Rubricado – Sellado =

 

Fuentes:

 

  • Correo remitido por Joan Gasco, sobrino de Máximo.:

 

«Hola:

Me pongo en contacto con vosotros, desde Catalunya, para ver si podéis orientarme en como enfocar el caso siguiente:

Mi tío, por parte materna, republicano, fue asesinado en 1936 (ignoro si fue fusilado o por "tiro en la nuca" o cualquier otro procedimiento). El caso es que dispongo de una copia del Certificado de defunción; la defunción fue inscrita en el Registro Civil de Uxue / Ujué, su pueblo natal, a instancias de una carta-orden emitida por el Juzgado de Distrito de Tafalla, en 1980. Dicho certificado especifica como motivo de la defunción: "Muerte violenta con motivo de la Guerra de 1936"; indica, también, el lugar de la muerte: Cadreita y la fecha: 16 de Agosto de 1936. No tengo copia de la carta-orden y, por tanto, no sé más detalles.

Os transcribo literalmente el contenido del certificado de defunción:

[Transcrito más arriba]

Si fuera necesario, os podría hacer llegar una copia digital del certificado transcrito.

De todo ello, deduzco que en 1980, alguna organización hizo gestiones cerca de mi tía (hermana también del difunto, como mi madre; ambas ya fallecidas), residente en Tafalla, y consiguieron este reconocimiento de víctima de la Guerra Civil.

Mi deseo, como el de mi hermana y nuestros primos, seria que nuestro tío estuviera presente en el Parque de la Memoria (Sartaguda). En 2008 visité el Parque pero no consta en la lista (sí que constan 7 vecinos de Uxue).

Hasta aquí mis "deseos mínimos". De hecho, me gustaría saber mucho más de la muerte de mi tío, como fue, donde está enterrado (¿fosa común?)

(...)

Por otra parte, quiero felicitar y mostrar mi agradecimiento a vuestra asociación, que está realizando un trabajo tan loable como es la recuperación de la memoria histórica de un pueblo al que durante tantos años se le ha negado y, en cierta medida, se le sigue negando.

Muchas gracias y quedo a la espera de noticias vuestras.

Cordialmente.

J.G.J.»

 

  • Nota de PDM: Localizamos este comentario en un foro de pueblos:

 

http://www.pueblos-espana.org/navarra/navarra/ujue/mensaje/4740708/

«En los libros publicados sobre la guerra civil española, no aparece en la relación de fusilados de UJUÉ, MÁXIMO JURÍO IRIARTE, como se desprende del correo siguiente:

Estoy intentando encontrar información de mi tio, Máximo Jurío Iriarte, hijo de Ujué (Navarra), fusilado durante la Guerra Civil por los sublevados. Parece ser que no figura en la lista de fusilados de Ujué, en el Parque de la memoria de Sartaguda, pero yo sé, con seguridad que fue fusilado (mi madre -ya fallecida- me lo recordó durante toda su vida, y ahora me siento un poco "culpable" de no haber movido este tema antes del fallecimiento de todos los hermanos Jurío Iriarte, que me habrían podido ayudar) y quisiera investigar el tema para recuperar la memoria familiar y, también, la memoria colectiva de este país.

Alguién en este foro puede ayudarme, dándome alguna pista de como y dónde empezar.

Muchísimas gracias.

JGJ

Leído este correo, deducimos que el número de fusilados en Ujué (izquierdas o rojos), fueron 8 y no 7, como se ha recogido en las publicaciones al respecto.

Enviado por JIZ el 17/11/2013 a las 11:56»

AGUIRRE SÁNCHEZ, Lorenzo Victoriano

A Lorenzo Aguirre lo mataron a garrote vil el 6 de octubre de 1942 en la madrileña cárcel de Porlier. Fue falsamente acusado de “rojo asesino”, “falso artista” y de “auxilio a la rebelión”.

Fue hijo de comerciantes vascos, autor polifacético, escenógrafo, pintor, cartelista, letrista y el creador de los primeros y famosos carteles de las Fiestas de las Hogueras de San Juan en Alicante.

«Lorenzo Aguirre Sánchez nace en Pamplona el 14 de noviembre de 1885, pero se traslada muy joven a vivir a Alicante donde comienza sus estudios de pintura de manos de Lorenzo Casanova. Tres años después, en 1899, se traslada a Madrid para ampliar sus conocimientos, asistiendo a las clases de la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado. En su constante deseo de no ignorar los secretos del arte, en 1901 viaja a la vecina capital francesa gracias al dinero obtenido al subastar una imagen de la virgen pintada por él mismo. Es en esta bella ciudad perfecciona sus conocimientos, especialmente a cuanto se refiere a la escenografía, asistiendo a los talleres que poseía la Gran Opera.

Tras regresar a Alicante, se mete de lleno en esa nueva fiesta creada por D. José María Py, “Les Fogueres de San Chuan”. Dibuja por encargo de “Alicante Atracción” los carteles oficiales de los primeros años (1928, 1929 y 1930), siendo además el constructor de hogueras de la Plaza de Isabel II (hoy Gabriel Miró). Carteles suyos anunciaron también el Carnaval o las verbenas benéficas.

Su sueldo de policía le permite vivir cómodamente, y ya en enero de 1930 se casa en segundas nupcias con Francisca Benito Rivas de la que nacerían tres hijas. En Alicante aprende rápidamente el valenciano y comienza a colaborar en periódicos y revistas como El Tio Cuc y a realizar sainetes fogueriles.

El 18 de julio de 1936 comienza la Guerra Civil y se traslada con el Gobierno a Valencia, ingresando al año siguiente en el Partido Comunista. Al finalizar la Guerra, huye a Francia donde sobrevive con su familia gracias a sus pinturas viviendo en París y Le Havre. Pero de nuevo la guerra hace acto de presencia en su vida. En este caso es la Segunda Guerra Mundial. En 1940 huye a España para reorganizar el PCE pero Aguirre es detenido en Irún y trasladado a la cárcel de Ondarreta y poco después a Madrid siendo, cómo no, torturado.

Pese a que sus tres hijas pidieron de rodillas clemencia a Carmencita, hija de Franco, en el día de su santo, Aguirre fue ejecutado a garrote vil ante todos los presos de la cárcel el 6 de octubre de 1942. Fue acusado de “rojo asesino”, “falso artista” y de “auxilio a la rebelión” (!!). Al ser subdirector de Policía de Madrid en 1936, en la Causa General se le involucró en el asesinato de José Calvo Sotelo. En 1947 se archiva su expediente de masón por no haber encontrado pruebas en su contra.

En el año 1986, y gracias a la gestión de Concepción Badiola y Pedro Manterola, el Banco de Bilbao expuso las obras de Aguirre en Pamplona y Bilbao, donde es admirado. En Alicante, gracias al diputado provincial D. Miguel Valor, se le dedicó en 2003 un homenaje en el MUBAG en forma de exposición. Tanto el Bloc como Alí Cremades solicitaron a Alperi una calle para Aguirre.                        

Seguimos esperando.

Premios:

Obtuvo los premios siguientes:

-Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (Madrid, 1920) con la obra Luz divina.

-Medalla de Oro en la Exposición de Artes Decorativas de París (1925);

-Primer Premio de carteles anunciadores del VII Congreso Internacional de Oleicultura (1925) y Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes (Madrid, 1930), con el retrato de Don Valentín Aguirre.» [01]

 

«Aguirre Sánchez, Lorenzo Victoriano(1884-1942). Escenógrafo y autor. Es un personaje más conocido por su faceta de foguerer, pintor, cartelista, ilustrador y caricaturista que por su producción dramática. Nació en Pamplona en el seno de una familia de comerciantes vascos, que se trasladó a Alicante cuando nuestro protagonista sólo tenía tres años de edad. Aquí se formó como pintor. Pasó temporadas en Madrid y París, donde consiguió un gran conocimiento de la escenografía moderna trabajando en el equipo de decoradores del Teatro de la Ópera. Su contacto con el teatro no fue solamente en calidad de escenógrafo, sino que también se atrevió a poner la letra a tres piezas líricas de su sobrino, el compositor alicantino José Terol Corbí: el sainete Alfonso, el enterao (1918), la zarzuela La última canción (1919) y la opereta La Estrella de Oriente (1920). También escribió la revista Fogueres de Sant Joan, una obra inédita de temática foguerera, donde, a manera de mosaico, desfilan varios personajes de la mitología griega junto a otros típicamente alicantinos. En los años veinte Lorenzo Aguirre ya había logrado un gran renombre por sus pinturas, que podemos inscribir dentro del denominado “Art Nouveau” hasta el punto que obtuvo varios premios nacionales e internacionales. Opositó al cuerpo de policía y en la Guerra Civil fue nombrado Jefe Superior de la policía de Madrid. Al finalizar la contienda pasó a territorio francés, pero durante la segunda guerra mundial volvió a España, siendo inmediatamente detenido y posteriormente ejecutado, como tantos otros demócratas. Es el prototipo de artista modernista, polifacético y gran conocedor de la cultura clásica»

 

Fuentes:

SANZ LAVIDE, Jesusa

Natural de Cirauqui, vecina de Barcelona y muerta en los bombardeos sobre la capital de Catalunya.

Dades personals

  • Renom o motiu: -
  • Data de naixement: 1879
  • Sexe: Dona
  • Condició: Civil
  • Estat civil: Casat/ada
  • Nom del pare: Ruperto
  • Nom de la mare: Telésfora

Lloc de naixement

  • Municipi: Cirauqui
  • Comarca / illa / parròquia: -
  • Província: Navarra
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Cirauqui
  • Comunitat / regió: Navarra

Últim veïnatge

  • Municipi: Barcelona
  • Comarca / illa / parròquia: Barcelonès
  • Província: Barcelona
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Barcelona
  • Comunitat / regió: Catalunya

Dades de la mort o desaparició

 

SANZ ARRANDO, Veremundo

Natural de de Uztarroz residente en Girona, en la localidad de Bordils y muerto en los bombardeos de Barcelona.

Dades personals
  • Renom o motiu: -
  • Data de naixement: 1887
  • Sexe: Home
  • Condició: Civil
  • Estat civil: Casat/ada
  • Nom del pare: Celedonio
  • Nom de la mare: Agnés

Lloc de naixement

  • Municipi: Uztárroz
  • Comarca / illa / parròquia: -
  • Província: Navarra
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Uztárroz
  • Comunitat / regió: Navarra

Últim veïnatge

  • Municipi: Bordils
  • Comarca / illa / parròquia: Gironès
  • Província: Girona
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Bordils
  • Comunitat / regió: Catalunya

Dades de la mort o desaparició

 

GARCÍA SALSAMENDI, Estéban

Dades personals

  • Renom o motiu: -
  • Data de naixement: 1917
  • Sexe: Home
  • Condició: Militar
  • Estat civil:
  • Nom del pare: Ramos
  • Nom de la mare: Margarita

Lloc de naixement

  • Municipi: Yerri
  • Comarca / illa / parròquia: -
  • Província: Navarra
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Lacar
  • Comunitat / regió: Navarra

Últim veïnatge

  • Municipi: Yerri
  • Comarca / illa / parròquia: -
  • Província: Navarra
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Lacar
  • Comunitat / regió: Navarra

Dades de la mort o desaparició

  • Circumstància: Mort/a
  • Data: 25/06/1938
  • Àmbit: Acció de guerra
  • Front: Front de Catalunya
  • Nucli: Roní
  • Municipi: Rialp
  • Comunitat / regió: Catalunya
  • Estat: -
  • ---

 

Fuentes:

http://www15.gencat.cat/cchgcc/AppJava/pages/veureDetallsWeb.jsf?fitxa=52995

 

Nota de PDM: Conviene realizar desde Nafarroa una solicitud de DATASET públicos sobre los casos navarros pues el retorno de datos es muy restringido y exige el conocimiento previo de uno de los dos apellidos cuando menos...

 

 

 

OTEIZA GARCÍA, Ramón


  • Dades personals
  • Renom o motiu: -
  • Data de naixement: 16/09/1900
  • Sexe: Home
  • Condició: Militar (Entendemos que republicano, dado que su última vecindad conocida está registrado como Barcelona, dato pendiente de verificación)
  • Estat civil: Solter/a
  • Nom del pare: Sebastián Oteiza Moreno
  • Nom de la mare: Evarista García Giménes
  • Lloc de naixement
  • Municipi: Corella
  • Comarca / illa / parròquia: -
  • Província: Navarra
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Corella
  • Comunitat / regió: Navarra
  • Últim veïnatge
  • Municipi: Barcelona
  • Comarca / illa / parròquia: Barcelonès
  • Província: Barcelona
  • Estat: -
  • Nucli / entitat menor: Barcelona
  • Comunitat / regió: Catalunya
  • Dades de la mort o desaparició
  • Circumstància: Mort/a
  • Data: 22/10/1922
  • Àmbit: Acció de guerra
  • Front: Front d'Aragó
  • Nucli: Yéqueda/Yequeda
  • Municipi: Igriés
  • Comunitat / regió: Aragón/Aragó
  • Estat: -


Fuente: BBDD de desaparecidos/Asesinados de la Generalitat de Catalunya:
http://www15.gencat.cat/cchgcc/AppJava/pages/veureDetallsWeb.jsf?fitxa=112163

Nota de PDM: Hay que realizar desde Nafarroa una solicitud de DATASET públicos sobre los casos navarros pues el retorno de datos es muy restringido y exige el conocimiento previo de uno de los dos apellidos cuando menos...

RODRÍGUEZ, Mauricio

Mauricio Rodríguez, profesor de Gordoa, localidad alavesa. Euskadi.

9 de agosto de 1936: 12 horas entre la vida y una muerte injusta
Relato de las detenciones y asesinato de tres maestros alaveses, vivido en primera persona por el"americano". Resumen de las emorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).
«OCURRIÓ en menos de 12 horas del segundo domingo de agosto de aquel verano caliente del 36, hace 75 años, en la Llanada alavesa y Urbasa.
Al párroco de Zalduendo y Galarreta (Álava), exiliado en Cegama (Gipuzkoa) por aquello de que los bandos estaban sin definir, le correspondía celebrar la misa dominical en ambos pueblos, y como no las tenía todas consigo respecto a la forma en que sería recibido, solicitó ayuda. A la mañana apareció acompañado de 26 requetés armados; mientras uno celebraba misa, sus acompañantes encerraban en el Ayuntamiento de Zalduendo a 18 personas, entre otras almaestro Miguel Gil; faltaban todas las que, intuyendo lo que se avecinaba, habían huido al monte.
El pánico se extiende a Galarreta (2 km de Zalduendo), y por lo que pueda pasar, yo también decido exiliarme en mi huerta. Pronto varios requetés armados llegan a casa preguntando por mí. Mi esposa, de común acuerdo, dice no saber dónde estoy, pero el infortunio hace que rápidamente los tenga delante encañonándome con sus fusiles y encerrado en la escuela, en donde ya estaban asustados y muy preocupados mi amigo y maestro Bernardino Domingo y otras 3 personas más.
Por si fuéramos pocos, por la misma puerta apareció el maestro de Gordoa y también amigo Mauricio Rodríguez. Sin saber los motivos y sin atrevernos a preguntarlos, los dos maestros y yo nos vemos en un camión rumbo a Zalduendo, en cuyo Ayuntamiento pasamos a ser 22 los que estamos en una situación no muy envidiable. Aquí, sin tan siquiera preguntarnos el nombre o tomarnos declaración alguna, recibimos algunas inesperadas e inquietantes visitas de los alcaldes de la zona, que incrementan nuestras preocupaciones y malestar, rematadas por la del párroco, que aparentemente asustado e impresionado, nos dejó peor de lo que ya estábamos al decirnos que nos iban a matar a todos, pero que han intervenido los médicos, alcaldes y él mismo, y que parece que sólo matarán a algunos. Que a él no le culpe nunca, que se ha puesto de rodillas pidiendo por nosotros y que él es el primero que lo lamenta.
La tarde transcurre muy lentamente hasta que nos comunican que a los maestros de Gordoa, Galarrreta y Zalduendo y a mí nos van a llevar a Vitoria; pareciera ser que alguien había puesto en marcha una macabra selección; más tensión, angustia, zozobra, miedo... Zalduendo, Narvaja, Aspuru, Larrea, el Patio, y a las 8 de la tarde estamos esposados en el Centro Navarro de Vitoria, que hacía pocos días habían abierto los falangistas y requetés navarros para castigar con más dureza, pues se quejaban de que los alaveses no lo hacían bien. El hombre de la guadaña parecía aproximarse sin tiempo de asimilar nada.
2 horas pasamos en esta difícil y complicada tesitura hasta que, a las 10 de la noche, vuelta a los mismos coches negros en que nos habían traído. Por fin salimos en dirección a Navarra. Ingenuidad la nuestra que por un momento creímos que nos llevaban de regreso a casa, cuando, sin saberlo, nuestra sentencia ya estaba echada. Pregunté al chófer sobre nuestro destino, y me contestó que primero a Olazagutía y que después no sabía. El ambiente se hacía cada vez más irrespirable y el túnel más negro, por lo que decido que, al pasar por Salvatierra, saltaré del coche en marcha y huiré a la zona republicana que por aquellos días estaba cerca. Imposible.
Olazagutía, cambio de escolta a excepción del jefe, el chófer entrante pregunta al saliente: ¿A dónde llevamos a éstos? Dice el nombre de algún monte, los nervios se alteran, salimos y enseguida dejamos la carretera a Pamplona para iniciar la ascensión a Urbasa, ya no hay ninguna duda, nos van a matar… Pienso otra vez en arrojarme del coche, imposible.
Llegamos a Urbasa, forcejeo y golpes ya que no queremos salir de los coches negros, uno me apunta con su fusil y otro le aconseja: "no le tires hasta que salga que va a llenar el coche de sangre, acuérdate de lo que paso ayer". A unos metros están los maestros de pie, primero Mauricio, segundo Miguel, tercero Bernardino y yo, detrás 10 hombres con viejos fusiles a 2 metros.
En el último instante intento sobornarles ofreciéndoles los bienes que tenía. Respuesta: "Buena falta les hará a su mujer e hijas" y en voz alta da la orden de fuego.
En ese preciso momento empujo al jefe de los requetés, que cae y salgo corriendo en la oscuridad. Me disparan, Mauricio grita: "corran ustedes que yo no puedo, que me maten aquí". Tropiezo, caigo al suelo, la oscuridad y algunas rocas me protegen, pero las balas silban, me dan por muerto. Desde mi escondite veo desplomarse a Bernardino dando un fuerte berrido de muerte, enseguida otro y otro de Miguel y Mauricio. Salgo corriendo y aún puedo escuchar los tiros de gracia, intentan hacer lo mismo conmigo pero no me encuentran.
Es noche de luna llena y tres cuerpos quedan tendidos, sin vida, en Urbasa. Mientras, yo, perdido, asustado, tembloroso, herido, roto… solo en la inmensidad de la sierra de Urbasa y sabiendo que los lobos volverán a por mí, como así fue, y sin saber qué hacer. Son las once menos veinte de la noche…"
Todo lo anterior es solo una parte resumida de las memorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).
Esa noche 3 maestros perdieron sus vidas, y la justicia que les pudiera corresponder quedó enterrada en la sima de Otxaportillo para siempre, simplemente por ser maestros republicanos. Ellos no volverán, justicia difícilmente se les hará, pero que por lo menos quede su ejemplo, entre otras cosas para que no vuelva a suceder.»
Más enlaces relacionados:

 

Aparentemente no aparece en «Navarra 1936...»

GIL, Miguel

profesor miguel gil

Profesor de Zalduondo, localidad alavesa (Euskadi).

9 de agosto de 1936: 12 horas entre la vida y una muerte injusta
Relato de las detenciones y asesinato de tres maestros alaveses, vivido en primera persona por el"americano". Resumen de las emorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).
«OCURRIÓ en menos de 12 horas del segundo domingo de agosto de aquel verano caliente del 36, hace 75 años, en la Llanada alavesa y Urbasa.
Al párroco de Zalduendo y Galarreta (Álava), exiliado en Cegama (Gipuzkoa) por aquello de que los bandos estaban sin definir, le correspondía celebrar la misa dominical en ambos pueblos, y como no las tenía todas consigo respecto a la forma en que sería recibido, solicitó ayuda. A la mañana apareció acompañado de 26 requetés armados; mientras uno celebraba misa, sus acompañantes encerraban en el Ayuntamiento de Zalduendo a 18 personas, entre otras al maestro Miguel Gil; faltaban todas las que, intuyendo lo que se avecinaba, habían huido al monte.
El pánico se extiende a Galarreta (2 km de Zalduendo), y por lo que pueda pasar, yo también decido exiliarme en mi huerta. Pronto varios requetés armados llegan a casa preguntando por mí. Mi esposa, de común acuerdo, dice no saber dónde estoy, pero el infortunio hace que rápidamente los tenga delante encañonándome con sus fusiles y encerrado en la escuela, en donde ya estaban asustados y muy preocupados mi amigo y maestro Bernardino Domingo y otras 3 personas más.
Por si fuéramos pocos, por la misma puerta apareció el maestro de Gordoa y también amigo Mauricio Rodríguez. Sin saber los motivos y sin atrevernos a preguntarlos, los dos maestros y yo nos vemos en un camión rumbo a Zalduendo, en cuyo Ayuntamiento pasamos a ser 22 los que estamos en una situación no muy envidiable. Aquí, sin tan siquiera preguntarnos el nombre o tomarnos declaración alguna, recibimos algunas inesperadas e inquietantes visitas de los alcaldes de la zona, que incrementan nuestras preocupaciones y malestar, rematadas por la del párroco, que aparentemente asustado e impresionado, nos dejó peor de lo que ya estábamos al decirnos que nos iban a matar a todos, pero que han intervenido los médicos, alcaldes y él mismo, y que parece que sólo matarán a algunos. Que a él no le culpe nunca, que se ha puesto de rodillas pidiendo por nosotros y que él es el primero que lo lamenta.
La tarde transcurre muy lentamente hasta que nos comunican que a los maestros de Gordoa, Galarrreta y Zalduendo y a mí nos van a llevar a Vitoria; pareciera ser que alguien había puesto en marcha una macabra selección; más tensión, angustia, zozobra, miedo... Zalduendo, Narvaja, Aspuru, Larrea, el Patio, y a las 8 de la tarde estamos esposados en el Centro Navarro de Vitoria, que hacía pocos días habían abierto los falangistas y requetés navarros para castigar con más dureza, pues se quejaban de que los alaveses no lo hacían bien. El hombre de la guadaña parecía aproximarse sin tiempo de asimilar nada.
2 horas pasamos en esta difícil y complicada tesitura hasta que, a las 10 de la noche, vuelta a los mismos coches negros en que nos habían traído. Por fin salimos en dirección a Navarra. Ingenuidad la nuestra que por un momento creímos que nos llevaban de regreso a casa, cuando, sin saberlo, nuestra sentencia ya estaba echada. Pregunté al chófer sobre nuestro destino, y me contestó que primero a Olazagutía y que después no sabía. El ambiente se hacía cada vez más irrespirable y el túnel más negro, por lo que decido que, al pasar por Salvatierra, saltaré del coche en marcha y huiré a la zona republicana que por aquellos días estaba cerca. Imposible.
Olazagutía, cambio de escolta a excepción del jefe, el chófer entrante pregunta al saliente: ¿A dónde llevamos a éstos? Dice el nombre de algún monte, los nervios se alteran, salimos y enseguida dejamos la carretera a Pamplona para iniciar la ascensión a Urbasa, ya no hay ninguna duda, nos van a matar… Pienso otra vez en arrojarme del coche, imposible.
Llegamos a Urbasa, forcejeo y golpes ya que no queremos salir de los coches negros, uno me apunta con su fusil y otro le aconseja: "no le tires hasta que salga que va a llenar el coche de sangre, acuérdate de lo que paso ayer". A unos metros están los maestros de pie, primero Mauricio, segundo Miguel, tercero Bernardino y yo, detrás 10 hombres con viejos fusiles a 2 metros.
En el último instante intento sobornarles ofreciéndoles los bienes que tenía. Respuesta: "Buena falta les hará a su mujer e hijas" y en voz alta da la orden de fuego.
En ese preciso momento empujo al jefe de los requetés, que cae y salgo corriendo en la oscuridad. Me disparan, Mauricio grita: "corran ustedes que yo no puedo, que me maten aquí". Tropiezo, caigo al suelo, la oscuridad y algunas rocas me protegen, pero las balas silban, me dan por muerto. Desde mi escondite veo desplomarse a Bernardino dando un fuerte berrido de muerte, enseguida otro y otro de Miguel y Mauricio. Salgo corriendo y aún puedo escuchar los tiros de gracia, intentan hacer lo mismo conmigo pero no me encuentran.
Es noche de luna llena y tres cuerpos quedan tendidos, sin vida, en Urbasa. Mientras, yo, perdido, asustado, tembloroso, herido, roto… solo en la inmensidad de la sierra de Urbasa y sabiendo que los lobos volverán a por mí, como así fue, y sin saber qué hacer. Son las once menos veinte de la noche…"
Todo lo anterior es solo una parte resumida de las memorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).
Esa noche 3 maestros perdieron sus vidas, y la justicia que les pudiera corresponder quedó enterrada en la sima de Otxaportillo para siempre, simplemente por ser maestros republicanos. Ellos no volverán, justicia difícilmente se les hará, pero que por lo menos quede su ejemplo, entre otras cosas para que no vuelva a suceder.»
Más enlaces relacionados:
Aparentemente no aparece en «Navarra 1936...»

DOMINGO, Bernardino

Profesor de Galarreta, localidad alavesa (Euskadi).
9 de agosto de 1936: 12 horas entre la vida y una muerte injusta

Relato de las detenciones y asesinato de tres maestros alaveses, vivido en primera persona por el"americano". Resumen de las emorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).

«OCURRIÓ en menos de 12 horas del segundo domingo de agosto de aquel verano caliente del 36, hace 75 años, en la Llanada alavesa y Urbasa.
Al párroco de Zalduendo y Galarreta (Álava), exiliado en Cegama (Gipuzkoa) por aquello de que los bandos estaban sin definir, le correspondía celebrar la misa dominical en ambos pueblos, y como no las tenía todas consigo respecto a la forma en que sería recibido, solicitó ayuda. A la mañana apareció acompañado de 26 requetés armados; mientras uno celebraba misa, sus acompañantes encerraban en el Ayuntamiento de Zalduendo a 18 personas, entre otras al maestro Miguel Gil; faltaban todas las que, intuyendo lo que se avecinaba, habían huido al monte.
El pánico se extiende a Galarreta (2 km de Zalduendo), y por lo que pueda pasar, yo también decido exiliarme en mi huerta. Pronto varios requetés armados llegan a casa preguntando por mí. Mi esposa, de común acuerdo, dice no saber dónde estoy, pero el infortunio hace que rápidamente los tenga delante encañonándome con sus fusiles y encerrado en la escuela, en donde ya estaban asustados y muy preocupados mi amigo y maestro Bernardino Domingo y otras 3 personas más.
Por si fuéramos pocos, por la misma puerta apareció el maestro de Gordoa y también amigo Mauricio Rodríguez. Sin saber los motivos y sin atrevernos a preguntarlos, los dos maestros y yo nos vemos en un camión rumbo a Zalduendo, en cuyo Ayuntamiento pasamos a ser 22 los que estamos en una situación no muy envidiable. Aquí, sin tan siquiera preguntarnos el nombre o tomarnos declaración alguna, recibimos algunas inesperadas e inquietantes visitas de los alcaldes de la zona, que incrementan nuestras preocupaciones y malestar, rematadas por la del párroco, que aparentemente asustado e impresionado, nos dejó peor de lo que ya estábamos al decirnos que nos iban a matar a todos, pero que han intervenido los médicos, alcaldes y él mismo, y que parece que sólo matarán a algunos. Que a él no le culpe nunca, que se ha puesto de rodillas pidiendo por nosotros y que él es el primero que lo lamenta.
La tarde transcurre muy lentamente hasta que nos comunican que a los maestros de Gordoa, Galarrreta y Zalduendo y a mí nos van a llevar a Vitoria; pareciera ser que alguien había puesto en marcha una macabra selección; más tensión, angustia, zozobra, miedo... Zalduendo, Narvaja, Aspuru, Larrea, el Patio, y a las 8 de la tarde estamos esposados en el Centro Navarro de Vitoria, que hacía pocos días habían abierto los falangistas y requetés navarros para castigar con más dureza, pues se quejaban de que los alaveses no lo hacían bien. El hombre de la guadaña parecía aproximarse sin tiempo de asimilar nada.
2 horas pasamos en esta difícil y complicada tesitura hasta que, a las 10 de la noche, vuelta a los mismos coches negros en que nos habían traído. Por fin salimos en dirección a Navarra. Ingenuidad la nuestra que por un momento creímos que nos llevaban de regreso a casa, cuando, sin saberlo, nuestra sentencia ya estaba echada. Pregunté al chófer sobre nuestro destino, y me contestó que primero a Olazagutía y que después no sabía. El ambiente se hacía cada vez más irrespirable y el túnel más negro, por lo que decido que, al pasar por Salvatierra, saltaré del coche en marcha y huiré a la zona republicana que por aquellos días estaba cerca. Imposible.
Olazagutía, cambio de escolta a excepción del jefe, el chófer entrante pregunta al saliente: ¿A dónde llevamos a éstos? Dice el nombre de algún monte, los nervios se alteran, salimos y enseguida dejamos la carretera a Pamplona para iniciar la ascensión a Urbasa, ya no hay ninguna duda, nos van a matar… Pienso otra vez en arrojarme del coche, imposible.
Llegamos a Urbasa, forcejeo y golpes ya que no queremos salir de los coches negros, uno me apunta con su fusil y otro le aconseja: "no le tires hasta que salga que va a llenar el coche de sangre, acuérdate de lo que paso ayer". A unos metros están los maestros de pie, primero Mauricio, segundo Miguel, tercero Bernardino y yo, detrás 10 hombres con viejos fusiles a 2 metros.
En el último instante intento sobornarles ofreciéndoles los bienes que tenía. Respuesta: "Buena falta les hará a su mujer e hijas" y en voz alta da la orden de fuego.
En ese preciso momento empujo al jefe de los requetés, que cae y salgo corriendo en la oscuridad. Me disparan, Mauricio grita: "corran ustedes que yo no puedo, que me maten aquí". Tropiezo, caigo al suelo, la oscuridad y algunas rocas me protegen, pero las balas silban, me dan por muerto. Desde mi escondite veo desplomarse a Bernardino dando un fuerte berrido de muerte, enseguida otro y otro de Miguel y Mauricio. Salgo corriendo y aún puedo escuchar los tiros de gracia, intentan hacer lo mismo conmigo pero no me encuentran.
Es noche de luna llena y tres cuerpos quedan tendidos, sin vida, en Urbasa. Mientras, yo, perdido, asustado, tembloroso, herido, roto… solo en la inmensidad de la sierra de Urbasa y sabiendo que los lobos volverán a por mí, como así fue, y sin saber qué hacer. Son las once menos veinte de la noche…"
Todo lo anterior es solo una parte resumida de las memorias que Pedro Salinas Arregui, la persona que consiguió escapar, escribió en 1955 (1887 Galarreta/1962 Alsasua, diputado foral de Álava).
Esa noche 3 maestros perdieron sus vidas, y la justicia que les pudiera corresponder quedó enterrada en la sima de Otxaportillo para siempre, simplemente por ser maestros republicanos. Ellos no volverán, justicia difícilmente se les hará, pero que por lo menos quede su ejemplo, entre otras cosas para que no vuelva a suceder.»
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RAMOS GARCÍA, Ramón

 

  • Natural de: Pamplona/Iruñea
  • Lugar de detención/Muerte: Pamplona
  • Desaparecido: Cuerpo sin recuperar
  • Fecha de asesinato: 1/08/1936
  • Cuerpo sin localizar, probablemente enterrado en Zizur.

  • NOTAS: En el muro del Parque de la Memoria pone VENANCIO
    Ya corregido en el Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra gracias a estas aportaciones.
    http://memoria-oroimena.unavarra.es/es/ficha/3337/

Más información:
«Fue arrestado en casa y lo llevaron a la plaza de toros de Pamplona donde había varios arrestados más. El 1 de Agosto del 36 se lo llevaron y fue fusilado y enterrado en Zizur.» [01]

Correcciones/Notas para la investigación:
Notas de PDM: En el Muro de los Nombres de PDM aparecía un RAMOS GARCÍA, Venancio* en el bloque de nombres de Pamplona. Según testimonios familiares debe aparecer RAMOS GARCÍA, Ramón. E
n futuras listas digitales o documentales debiera ser corregido por su verdadero nombre RAMOS GARCÍA, Ramón. Obviamente en el muro de piedra no conviene efectuar correcciones sobrevenidas por lo delicado del material pero sí en todos los materiales y en el Fondo Documental de la UPNA, etc...

Otros datos del listado de N36 resferidos al mismo caso:
*Nacido en Navascués, 31 años, hijo de Luisa y Carlos, muerto en Cizur, 1-8-36. [02]

Primer testimonio

http://parquedelamemoria.org/TLN--RAMOS-GARC%C3%8DA%2C%20Ram%C3%B3n

Fuente:

[01] Nuevos datos aportados por OEM a través del «formulario de Aportación de datos de personas fusiladas y desaparecidas» esta misma web (Vía / PDM)

La familia cuenta con certificado de defunción.

[02] Datos del listado de «Navarra 1936».

 

Testimonio de Familiares vía formulario de RECLAMACIÓN_FUSILADOS de Parque de la Memoria: