Eladio Celaya era natural de Peralta y ofició como Sacerdote en Cáseda.

Murió con 72 años. No hizo ninguna concesión a la violencia de Cáseda. Esto provocó primero que fuera calumniado y luego amenazado. La Guardia Civil fue a buscarlo y Don Eladio tuvo que salir del pueblo, al parecer en dirección a Pamplona. El 12 de septiembre de 1936 la parroquia de Peralta tuvo referencia de la muerte de Eladio. Su cadáver llegó a Peralta en un ataúd herméticamente cerrado, no permitiendo ver al cadáver ni a sus familiares directos, algo inhabitual. Los funerales se celebraron con normalidad, pero con ello no se pudo disipar la certeza de su asesinato. 

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Aparece en el Muro de los Nombres del Parque de la Memoria, consignado en el bloque de Peralta.