Sonidos de guerra sonaron
en las fértiles tierras del Ebro
malos augurios acecharon
sobre las gentes de nuestro pueblo.
Ya están aquí, ya llegaron,
esos cuervos, esos buitres carroñeros
que arrasaron nuestro campo
cuando sus frutos se estaban recolectando.
Ya llegaron como fieras
los seguidores del alzamiento,
(de Franco, de Mola,
del Duque, de Torrijos),
y desgarraron la inocente carne
de la gente de mi pueblo.
Nunca tocaron a muerto
las campanas de la iglesia,
el cura, pistola al cinto,
estaba ocupado en llevar
a sus vecinos camino a la muerte.
Los padres temblaron,
los niños y niñas temblaron,
las calles del pueblo temblaron,
y a sus valientes mujeres
sin poder llorar les dejaron.
Odio, dolor y muerte
llegaron a todos los rincones
Alcalde, concejales, sindicalistas,
practicante, carpinteros, comerciantes,
anarquistas, campesinos, jornaleros,
alguaciles, maestros,
no importaba,
a todos había que llevar por delante.
Pedían libertad,
pedían para sus vecinos,
tierras en igualdad,
esa fue su maldad.
(sigue...)