mujeres represaliadas

La aragonesa María Domínguez Remón, mucho más que la primera alcaldesa democrática en el Estado Español

02/08/2013

"Una corona grande puede llevarse sobre una cabeza hueca; pero una cabeza grande puede sobreponerse a una corona". María Domínguez Remón

La vida de esta mujer de origen humilde es una historia de superación contra corriente. Fue fusilada en 1936, a la edad de 54 años en la localidad de Fuendejalón. Unos años de atrás, llegó  a dirigir una escuela en el Valle de Baztán (Navarra). Además de llegar a desempeñar la alcaldía en Gallur fue también poeta, conferenciante y periodista, fue en el diario El País donde hizo sus primeras armas.

"Casada con Bonifacio Ba Cercé a los 18 años y pronto separada, empezó a ejercer como maestra, aun sin tener el título, en el caserío Mendiola, del Valle de Baztán (Navarra) en algún pueblo distante a unos 4 kilómetros de Almándoz, recorrido que transitaba 4 veces al día [01]. Ingresa en la escuela normal de Pamplona, compatibilizando sus estudios con su propia labor docente, pero, por prescripción facultativa, debe abandonar la montaña y marchar a Zaragoza, donde se matricula en el turno nocturno de la Escuela de Artes y Oficios. Mientras se gana el sustento haciendo medias a máquina. A partir de 1916, empieza a publicar en el periódico republicano Ideal de Aragón. En 1934 se convirtió en la primera mujer alcaldesa del Estado Español, en la localidad de Gallur.

En septiembre de 1936 es fusilada en Fuendejalón unos días después de haber sido asesinado en Tabuenca (Zaragoza) su segundo marido, Arturo Romanos, también militante socialista y vecino de Gallur. [ver enciclopedia Aragonesa]"

Cuenta con una calle y una escuela dedicada en Gallur. También cuenta con una calle en Nuevo Artica, pueblo de la cuenca de Pamplona. Ver mapa de la calle María Domínguez Remón.

Puedes escuchar un Programa de Onda Cero con su biografía.


Transcribimos íntegramente una noticia de David Salvador en "Aragón digital" sobre su biografía y aportaciones a los valores republicanos y feministas.

La aragonesa María Domínguez, mucho más que la primera mujer alcaldesa en España

Quizá el nombre no sea tan conocido pero forma parte de la historia democrática de España. A principios de siglo, luchó por emancipar a la mujer, ilustrar a la población rural y por un futuro más justo. Tanto reivindicó que Franco, al principio de la dictadura, la silenció para siempre. Por cierto, María era aragonesa, de la Ribera Alta.

Ellas hacen memoria

04/04/2010

Represaliadas por Franco. Algunas esquivaron la cárcel y otras lograron sobrevivir, pero todas fueron denigradas

Foto de "pelonas", publicada en Publico.es2010/03/14. OLIVIA CARBALLAR - SEVILLA. Público.es

Bastarían los testimonios que se conservan para escribir este reportaje. "A La Trunfa le dieron una paliza y, sin dejar de maltratarla, la introdujeron en un cuarto del cortijo, donde la intimidaron" tendiéndola en el suelo, "obligándola a remangarse" y exhibir "sus partes genitales; hecho esto, el sargento, esgrimiendo unas tijeras, las ofreció al falangista Joaquín Barragán Díaz para que pelara con ellas el vello de las partes genitales de la detenida, a lo que este se negó; entonces el sargento, malhumorado, ordenó lo antes dicho al guardia civil Cristóbal del Río, del puesto de El Real de la Jara. Este obedeció y, efectuándolo con repugnancia, no pudo terminar, y entregó la tijera al jefe de Falange de Brenes, que terminó la operación. Y entre este y el sargento terminaron pelándole la cabeza".

La terrible escena, localizada por el historiador José María García Márquez en los archivos militares de Sevilla, no es un caso aislado. El problema o la excusa es que, pese a las vejaciones, torturas y violaciones que sufrieron las mujeres en la guerra y el franquismo, existen muy pocos testimonios escritos que delaten la barbarie, y mucho menos estadísticas que remuevan la conciencia colectiva.

Algunas esquivaron la cárcel, otras lograron sobrevivir, pero todas fueron denigradas por el régimen fascista. Y nadie, sin embargo, las ha reconocido como víctimas, nadie les ha pedido perdón, nadie las ha escuchado. La Ley de Memoria Histórica también se olvidó de ellas.