MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, Nicolasa

 

  • Nacida en: Caparroso
  • Nacida en: 1882
  • Edad: 54
  • Vecina de: Marcilla:
  • Estado civil: Casada
  • Casada con: Marino García (inválido)
  • Hijos: 6
  • Profesión: Lavandera
  • Asesinada en: Caparroso
  • Asesinada el: 4-9-36
  • Simpatizante/Afiliada: UGT
    [01]

 

Más información:

Nicolasa con 54 años y seis hijos era la cabeza de familia, estando al cuidado de su marido inválido. En el pueblo se corrió el rumor de que una mujer se acostaba con un fraile y alguien le colgó el sanbenito a Nicolasa. La matan en Caparroso y deja seis hijos huérfanos de madre y con su padre inválido. [02]

En los siguientes párrafos, en recuerdo de Araceli Ochoa, asesinada cuatro días antes, se cuenta el caso de Nicolasa y las circurstancias de terror que se vivieron en Marcilla:

«Araceli,muerta por abanderar actos civiles

Araceli Ochoa sólo tenía 26 años. Su delito principal fue el de haber ejercido como abanderada en los actos civiles organizados en su pueblo. En Marcilla, donde antes de 1931 más del 40% de las tierras pertene- cían a una sola persona, la marquesa, el golpe del Estado fascista tampoco tardó en hacerse notar. El 19 de julio empiezan los tiros. Y en agosto, los fusilamientos. Araceli no iba a poder pasar más hojas del calendario. En la noche del último día del mes se produce una de aquellas razias nocturnas, cada vez más habituales en la Ribera navarra desde la sublevación de Franco. Junto a la joven se llevan a otras ocho personas del pueblo, entre las que están desde el guarda Pepe Villava al churrero Emilio Peña. Hay también un concejal de UGT, Máximo Goñi, o un padre de seis hijos, Valentín Bolea. Y a todos les espera un mismo destino.

Siguiendo el método de escarnio patentado en otros muchos pueblos contra las mujeres, a Araceli Ochoa le cortan el pelo antes de matarla, como castigo añadido por su condición femenina. Acto seguido, los fusilan a todos.

Los familiares encontrarían los cadáveres al amanecer, junto a la carretera de Andosilla. Los testigos narraron que cuando se los llevaban atados hacia el paredón alguien pidió un sacerdote, pero ni siquiera se les concedió eso. Sus asesinos les replicaron que «no hay tiempo».

Araceli Ochoa no fue la única mujer de Marcilla abatida a tiros, según documentó Altaffaylla. A Nicolasa Martínez, de 54 años, madre de seis hijos y que trabajaba como lavandera, la fusilan apenas cuatro días más tarde junto a otras once personas, en el término municipal de Caparroso. De nada sirve que una de sus hijas, de doce años, pida ayuda a los frailes para los que trabajaba Nicolasa. Los descendientes recordarían después de que durante años tuvieron que oír frases como «Total, ¡no hacemos nada! Matamos a los gallos y no matamos a los pollicos, ¡a todos habría que matar!»

Sin llegar a las cotas de Sartaguda (donde se contabilizan a día de hoy 86 muertes), en Marcilla la masacre ideológica también resultó muy elevada. Acabaron con la vida de 43 vecinos y vecinas de izquierdas de un total de 2.235 personas censadas. En Larraga fueron 46 de 2.358; en Lodosa, la localidad vecina de Sartaguda, 133 de 4.194; en Mendabia, otro ejemplo cercano, 99 de 3.284; en Cárcar, 61 de 1.844; en Azagra, 71 de 2.663...» [03]

Fuentes:

[01] «Navarra 1936...»

[02] «Los Crímenes de Franco en Euskalerria.» Iñaki Egaña. P. 250.

[02] Tres VER